Kéfir Medellín

“Lo esencial es invisible a los ojos”: por ejemplo, los microorganismos.

Siempre que leemos la frase “Lo esencial es invisible a los ojos” pensamos inmediatamente en El Principito, y es que Antoine de Saint-Exupéry no se equivocaba al afirmar que el valor de las de las cosas no siempre es tan evidente como creemos. Queremos evocar esta frase para hablar de aquellos organismos vivos que aunque conviven con nosotros y son responsables del equilibrio en el ecosistema y también de muchas de nuestras funciones fisiológicas no los tenemos en cuenta o peor aún los creemos perjudiciales.

Y es que es normal que al escuchar hablar 

de hongos y bacterias asociemos estas palabras con enfermedad, suciedad, pudrición y otros adjetivos no muy agradables, desconociendo todas las bondades que nos brindan día a día. Estas son algunas de las funciones que cumplen estos seres microscópicos que se encuentran en todo lo que nos rodea y por supuesto en nosotros mismos ya que tenemos en nuestro intestino “más de 100 billones de microorganismos”, este conjunto de hongos y en su mayoría bacterias que se habitan en nuestro intestino se denomina microbiota intestinal y es la encargada de:

  • Favorecen la digestión y la absorción de nutrientes provenientes de los alimentos como: aminoácidos, minerales y vitaminas.
  • Participa en la elaboración de compuestos activos como ácidos grasos, vitaminas K, B12 y B8, entre otros.
  • Cumple una función de barrera para defendernos de microorganismos patógenos.
  • Fortalece nuestro sistema inmunológico.
  • Trabajan en el mantenimiento de nuestro tubo digestivo con la actividad enzimática de la mucosa.
  • Participan en la biosíntesis de triptófano, que es la molécula precursora de la serotonina, “la hormona de la felicidad”.

Estas son solo algunas de las funciones de estos pequeños seres que nos habitan, aunque todos nacemos con microbiota, esta se va debilitando debido a nuestros malos hábitos alimenticios, consumo indiscriminado de antibióticos, entre otras situaciones, que van perjudicando nuestra salud. Por esto es importante reconstruir esa microbiota y para esto no hay nada mejor que una buena alimentación. La solución es el consumo de alimentos probióticos, que son aquellos que tienen microrganismos vivos y al consumirlos, estas bacterias y hongos se hospedan en nuestro intestino fortaleciendo la maquinaria intestinal.


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Ya sabemos, entonces, que estos diminutos seres, aunque invisibles e imperceptibles para el ojo humano, son esenciales para nuestra vida. Consulta nuestra línea de cultivos vivos para que prepares tus propios alimentos probióticos.

Fuente: www.biocodexmicrobiotainstitute.com

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